Llegó en una fría noche de invierno como si se hubiese parado el tiempo
Clavó su mirada en mi pecho y arrancó un trozo de mi corazón mal trecho
Atrapado en un sueño caí de rodillas, entumeció mi cuerpo vaciando mi vida
Ella me llevo a su lugar sagrado donde las almas moraban sin vida
Maldito sea tu nombre tus manos enfrían mi piel
Maldito sea tu nombre me has vencido otra vez
El frio helor de la casa vacía con tu presencia junto a mi cama
Las formas siniestras que él veía eran almas en pena que bailaban
Maldito sea tu nombre tus manos enfrían mi piel
Maldito sea tu nombre me has vencido otra vez
Lletra: Emilio Ferrer
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